Travesía interminable
- Karen Bantri
- May 7, 2021
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Updated: May 7, 2021

Son las 5 de la mañana del 28 de abril del 2021, es hora de comenzar la jornada. Luis Esteban comienza el día haciendo deberes en casa. A las 7 am da inicio a sus clases virtuales, es estudiante universitario de Ingeniería en Telecomunicaciones Sistema y Electrónica (ITSE) procedente de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM. Además es ayudante de albañilería desde hace 6 años y comerciante desde hace 3 años, sin embargo, por la crisis económica en consecuencia de la pandemia por Covid- 19, tuvo que buscar un tercer empleo como repartidor de comida a domicilio para poder cubrir todos sus gastos escolares y personales.
El día de hoy miércoles, tiene solo una clase por lo que su jornada escolar termina a las 9 am. Aprovecha y se apresura para ir a surtir sus productos de novedad, cerca del metro Lagunilla de la línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Los conocidos de Luis lo han alertado, pues le dicen que Tepito y sus alrededores son de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México, porque se ha visto la venta de drogas, cosas ilícitas y múltiples actos delictivos, incluso comentan que los medios de comunicación han dado a conocer que los posibles responsables podrían ser integrantes de La Unión Tepito Nueva Generación.
Por lo anterior, antes de salir de casa Luis se divide el dinero de su inversión por todo su cuerpo, así evita perder todo en caso de ser víctima de un asalto. Después de 1 hora con 15 minutos, el reloj marca las 10:15 am. Luis llega a la plaza Peña y Peña, lugar que se encuentra a escasas cuadras del metro Lagunilla, ahí es donde compra por mayoreo sus productos de novedad. Antes de ingresar un vigilante le mide la temperatura y verifica que porte cubre bocas tricapa o KN95, debido a que la Ciudad de México sigue en semáforo naranja por Covid- 19, de acuerdo al epidemiólogo Hugo Gatell.
Luis menciona: “Desde que comenzó la pandemia cada semana los precios de mayoreo suben de $10 a $30 pesos por pieza”. Pues la semana pasada 6 cargadores universales para laptop le costaban $540 pesos y hoy le cuestan $660 pesos. Después de recorrer toda la plaza y abastecer su lista de productos se apresura para regresar a casa.
Faltan 15 minutos para las 2:00 pm, Luis llega a su hogar, apresuradamente toma su licencia de conducir, su celular y las llaves de su Pointer 2003. Abre el cofre, conecta los cables pelados a la batería, al abordar el vehículo se conecta con nervios a su usuario de repartidor Rappi mediante la aplicación de su dispositivo móvil. Para esto tuvo que agendar con anticipación su lugar, por lo que el 25 de Abril aparto su horario laboral que abarca desde las 2 pm hasta las 6 pm.
En la pantalla se ve un círculo verde a lado de su nombre, lo que origina un suspiro de alivio en Luis, ya que, logro conectarse puntualmente y evito ser sancionado. Se dirige a la avenida Taxqueña en donde se encuentra la gasolinera Hidrosina ahí carga $100 pesos de magna. De repente se escucha de fondo la notificación de un pedido, al revisar la ruta se da cuenta que debe regresar por el mismo camino de donde vino, da inicio al pedido y a la mitad del trayecto el GPS se re direcciona, se da cuenta que ahora debe rodear parte del cerro de la estrella, con preocupación Luis trata de pasar la zona lo más rápido posible.
Después de un par de minutos llega al lugar de destino, observa a su alrededor y no ubica el establecimiento. Por lo que trata de comunicarse con el negocio pero no obtiene respuesta, después intenta comunicarse con el soporte técnico de Rappi y tampoco es auxiliado. Baja del vehículo y comienza a caminar por toda la calle. Momentos después el celular de Luis comienza a sonar, es el dueño de la hamburguesería. Luis se da cuenta que la ubicación que le marca el GPS tiene un margen de error, comienza a correr una cuadra hacia atrás, recoge el pedido con éxito pero la presión se duplica pues entre más se demore corre el riesgo de perder sus bonificaciones o incluso no obtener propina.
Se apresura a llegar al domicilio, los nervios y la presión inundan su cuerpo, verifica una vez más la ubicación, espera que no tenga margen de error esta vez, cuando de repente el vehículo se asienta y se escucha un gran estruendo, cae en un enorme bache, asustado se detiene y desciende, revisa el vehículo a simple vista no ve nada grave y continua con su viaje. 15 minutos después llega al destino, al fondo de un callejo se observaba una joven de vestido blanco. Luis se acerca a ella: “Buenas tardes, ¿La señorita Valeria?, ella confirma su identidad, él entrega el pedido y se retira.
Luis revisa una vez más su dispositivo móvil, en la pantalla aparece la ganancia de $35 pesos, sin propina pero aún con sus bonificaciones se dirige a Coapa. En un semáforo en rojo vuelve a revisar su celular, le llega un mensaje de Marketplace de Facebook sitio web en donde publica los artículos que vende. Es un señor que le urge un cargador universal porque se dañó el suyo. Luis con ganas de que todo salga rápido para que no se estanque su capital se dirige a su casa, recoge el cargador y se dirige a la estación Coyuya de la línea 8 del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Son las 4:40 pm Luis llega justo a tiempo para la entrega, desciende de su carro se dirige a los torniquetes dirección Garibaldi ahí está su cliente Felipe esperándolo. Hace la entrega de forma satisfactoria y se regresa a su zona de repartidor. Realiza 2 entregas más y en la última entrega recuerda que no ha comido, su apetito se hace presente con un sonido proveniente de sus tripas. Luis expresa: “No hay tiempo tengo que recoger un cascajo en 20 minutos”.
Sin tiempo de ir a casa por su ropa de trabajo, se dirige a un domicilio que se encuentra sobre avenida Tláhuac. Son las 7:20 pm comienzan a llegar sus compañeros de trabajo, después de un par de minutos ingresan al domicilio. Pepe e Isaac suben a la losa de un cuarto que se encuentra al fondo del domicilio. Luis y Juan se quedan abajo para recibir las cubetas llenas de cascajo, algunas son más ligeras pues contienen cables y alambres. Las cubetas ligeras son cargadas al mismo tiempo que las cubetas de cascajo. Luis carga una tras otra y vacía los contenedores en una camioneta de carga. En cada cubeta siente la repercusión en su espalda, lleva meses con un dolor en la columna y se agudiza cada vez que carga. Con dolor y hambre se apresura para terminar lo más pronto posible.
Después de 2 horas y 30 minutos aproximadamente, la losa del cuarto está vacía, se aprecia sin ningún residuo. Luis recibe su paga de $200 pesos se persigna y lo guarda en su bolsillo derecho. Se regresa a casa, en el trayecto se para a comprar huevo y jamón. Son las 10:12 pm Luis logra dar un gran bocado a su cena. Al terminar se ducha y comienza con sus deberes escolares. Son las 12:15 am ya no puede más se recuesta en su cama, cierra los ojos y solo espera volver a abrirlos para comenzar con su rutina nuevamente.
Hola, Karen, creo que hay buenas y malas noticias con respecto a tu texto. Lo bueno está en que logras encontrar una historia periodística; lo malo, en cómo lo cuentas.
Si bien sí hubo un gran cambio en la manera en que me presentaste la crónica y lo que contaste, tu principal problema radica en no tener la suficiente claridad para saber delimitar y discriminar lo que sirve y lo que no para tu crónica. Está bien contar la faceta de tu personaje como repartidor de Didi Food, pero no está bien darle prácticamente la mitad de tu texto.
Sí, recuerdo que dijiste que ibas a contar prácticamente una cuartilla por trabajo, pero tampoco se trata de ser tan tajante…