Las mejores vacaciones del mundo

El molesto sonido de la alarma se vuelve a hacer presente resonando en mí oido en punto de las 5 am, me apresuro a levantarme para alistarme para el trabajo, si así es, tengo la fortuna de ir a trabajar en semana santa.

Desde hace unos meses diversas necesidades que me surgieron a partir de la pandemia por covid-19, me habían orillado a buscar un empleo, así que comencé a desempeñarme como teleoperador en el área de cobranza de uno de los bancos mas importantes de México, así que básicamente me convertí en aquel molesto joven que le llama a los morosos para solicitar el pago atrasado de su tarjeta de crédito, si de por sí este trabajo ya es algo tedioso, desempeñarlo en semana santa lo haría mas complicado, ¿quien tomaría una llamada del banco en plenas vacaciones?

A pesar de estar en pandemia había visto en el noticiero matutino que las carretas estaban abarrotadas de vacacionistas que deseaban disfrutar esa semana libre con amigos o familia, en alguna playa o simplemente en un lugar fuera de la ciudad.

Al salir del trabajo había notado la ciudad mucho menos transitada, se podía percibir un silencio poco común en la Ciudad de México, cuando me dirigí a casa, el metro se notaba mucho más tranquilo, incluso había lugares disponibles para sentarse.

Finalmente en casa tenia bastante tiempo para poder ver una película, tocar la guitarra, hacer ejercicio o simplemente descansar, aunque debido al horario en que normalmente me despierto el sueño terminaba ganándome y finalmente no terminaba haciendo nada, ya que al despertar nuevamente ya eran las 5 am y tenia que iniciar la misma rutina del día anterior.

Esta vez no pude disfrutar mi semana de asueto como me hubiera gustado pero me consuela que hace unos años si tuve la fortuna de tener las que creo yo fueron las mejores vacaciones del mundo , fueron mucho antes de la pandemia y sorprendentemente hago mas cosas ahora a pesar de las limitantes por la crisis sanitaria.

Anteriormente solo me dedicada a ser estudiante, era mas joven y tenia menos responsabilidades, una semana de asueto escolar significaba levantarme tarde, dormir tarde, casi no salir de casa, tener una guitarra en las manos todo el día, pasar tiempo con mi familia, preparar la comida con mi abuela y sentarnos a la mesa todos juntos, ver películas o dar paseos en el parque todos juntos mientras comemos un helado , y la verdad no me quejo ahora que lo pienso es mas difícil que vuelva a tener unas vacaciones así, debo admitir que en aquellos días no valoraba tanto pasar tiempo en casa con mi familia, dormir ocho horas, comer con ellos o simplemente sentarme a ver una película tranquilo, tal vez no salía a las playas mas bonitas del país o a los lugares mas divertidos ¿pero quien necesita todo eso cuando tienes todo lo que te hace feliz en casa?

Ahora mis abuelos ya no están, mi hermano vive lejos, todos en casa trabajamos en horarios diferentes por lo que es mas complicado sentarnos juntos a comer, mi horario laboral es un poco demandante y ademas no podemos salir a ningún parque debido a la situación actual, pero me siento afortunado ya que hace algunos años vivi la mejores vacaciones del mundo.

Miguel Angel Alcantara Ramos