La paella de los Blesa, una receta diferente
- Apr 20, 2021
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A Lulú le ha gustado cocinar desde que tiene memoria. Creció viendo a su padre, Andrés, hacerlo. Fue así como aprendió casi todo lo que sabe. Lo observaba cada vez que él comenzaba a cocinar, prestaba atención a los ingredientes que utilizaba y la técnica que empleaba. De esa misma forma aprendió él a cocinar, mirando a su madre hacerlo. Lulú, Sofía, Andrés, tres generaciones de grandes cocineros.
Cada uno tuvo siempre su propia especialidad, pero hay un platillo en particular que los tres dominaron y lograron hacer que supiera igual: su paella, la paella de los Blesa. No es el clásico arroz con tinte amarillo repleto de mariscos que todos conocen y de vez en cuando encuentran en algún súper como Walmart. No, es una receta distinta, especial.
Se puede distinguir desde que se percibe su olor. La paella generalmente tiene un fuerte olor a mariscos, a mezcla de camarones, ostiones, pulpo. Pero la paella de los Blesa no usa mariscos. En su lugar, se preparan albóndigas de pollo con piñones y un toque de canela que le dan al platillo un aroma distinto, que se propaga por todo el hogar.
La apariencia también es diferente. Al no haber mariscos, los trozos de pimiento y de jitomate, así como los chícharos, se vuelven el centro de atención, y el platillo se torna colorido. Rojo, amarillo, y verde, al igual que tonos de beige brindados por los garbanzos y las albóndigas, le dan a la paella de los Blesa una gama especial de colores que la vuelve más llamativa.
Sin embargo, por muy especiales que el olor y la apariencia puedan ser, lo que realmente hace destacar a la paella de los Blesa, es su sabor. La eliminación de algunos elementos e introducción de otros la vuelven única, imposible de comparar con las demás. El azafrán, la canela, los piñones, el pimiento, el perejil, el mismo arroz, todos trabajan en conjunto para hacer un verdadero manjar.
Gracias a esto, toda la familia Blesa, así como los conocidos que han tenido la fortuna de probarla, se emociona al saber que Lulú está por preparar paella, de la misma forma en que lo hacían cuando la cocinaban Andrés o Sofía. Tres generaciones, un platillo, y el mismo entusiasmo.




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