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Hasta la raíz: ¿Adiós palmeras de la CDMX?

  • Writer: Alan Chaim Nájera Jaimes
    Alan Chaim Nájera Jaimes
  • Jul 2, 2021
  • 8 min read

Una nueva plaga causada por una chicharra y dos hongos ataca a 3 mil 210 palmeras en la alcaldía Miguel Hidalgo y 11 mil 358 registradas peligran en el resto de la Ciudad de México.

Foto: Adán Vieyra

Por: Miriam Rodriguez, Adán Vieyra, Alan Nájera y Alejandro Gómez.


De lo que era tonos verdes y ramas frondosas que vivieron para adornar camellones, avenidas y demás espacios públicos, ahora el panorama se torna amarillo y decadente. En la Ciudad de México, las palmeras phoenix canariensis viven su propia epidemia, que concluye en cenizas o metros bajo tierra debido a la plaga que se extiende por toda la zona metropolitana.


Una bacteria transportada por una chicharra y dos hongos nuevos en el país, mataron a 107 palmeras de las 3 mil 210 contabilizadas en la alcaldía Miguel Hidalgo de acuerdo con el último Censo de Palmas y Diagnóstico Fitosanitario realizado por la demarcación en 2021.


Sin la afectación de la plaga, las palmeras viven en promedio alrededor de 80 años, pueden medir hasta 20 metros y no requieren de cuidados específicos. Son adecuadas para la ciudad, ya que sus raíces no son agresivas con banquetas ni tuberías, el único cuidado que se les suele dar es el de podar sus palmas secas.


“Ya están muy mal, no han venido a revisarlas. Desde pequeña veía que una o dos veces al mes les daban mantenimiento. Ahora a las palmeras las han descuidado", opinó Teresa Gutiérrez, locataria de un puesto de revistas en Avenida de las Palmas donde lleva 50 años trabajando. Aunque por lo general se desconoce la causa de esto, no se trata de un descuido de riego sino de la plaga.


Sigilosa chicharra


La infección de la palma se da a través de la chicharra, la cual transporta en su interior a un fitoplasma (bacteria) cuya única vía de supervivencia es reproducirse dentro del insecto y alimentarse del floema de la palmera, es decir, del tejido conductor del agua y nutrientes.


La bacteria se inserta en la palma cuando la chicharra introduce su pico afilado al interior del tronco y llega directamente al floema de las plantas en donde succiona todos los nutrientes y deja a la bacteria ahí.


La muerte se da debido a que, en el momento de atacar a la bacteria, las defensas de la planta evitan que se propague y comienzan a producir una sustancia que, en gran cantidad, provoca que se tapen los haces vasculares, conductos donde si los nutrientes no circulan en toda la palmera, ésta muere.


La chicharra por sí sola no es el agente principal de esta infección, sino la bacteria que transporta. El fitoplasma en sí debilita a la planta, pero es una sinergia entre las defensas de la planta y el número de bacterias reproducidas que tapan los conductos.


No obstante, la reciente aparición de dos nuevos hongos nunca antes registrados en el país aceleran el proceso de decadencia de las palmeras. Se trata de la Coccoicola californica procedente de California, Estados Unidos y Serenomyces phoenicea del Medio Oriente.


Estos nuevos patógenos (hongos), al igual que la bacteria transportada por la chicharra, bloquean la circulación de las sustancias elaboradas por la planta que van del tronco a todas las ramificaciones, lo que genera que toda la corona de la palma se marchite.


“Esencialmente es el fitoplasma el agente causal, y sí, es probable que estén estos otros dos hongos saprofitos (oportunistas) quienes se aprovechan de que la planta tiene las defensas bajas para invadirla. No es el problema de la infección de los hongos, sino la situación inmune de la planta”, señaló Reyna Rojas, especialista en Fitopatología del Colegio de Postgraduados.


En conjunto, la propagación de estos patógenos y fitoplasma, gradualmente enferma a las palmeras. La diferencia entre un causante y otro es que la bacteria se transmite por la chicharra y provoca el amarillamiento de las hojas de la palmera, y el otro se transmite vía aérea.


Infografía: Miriam Rodríguez

isla citadina de calor


Un factor que juega un rol primordial en la vida de la plaga son las altas temperaturas en la Ciudad de México. “Una isla de calor”, a causa de las zonas urbanas con calles pavimentadas y automóviles circulando, la temperatura se eleva de 4 a 5 grados, que son las condiciones ideales para que vivan los insectos de clima caliente, como esta chicharra.

Los hongos pueden soportar sequías y temperaturas extremas debido a que las palmeras son de zonas desérticas. A su vez, bajo este clima pueden prosperar y transmitirse mediante esporas, propagándose por el medio ambiente o en herramientas si no se lleva a cabo un proceso de desinfección adecuado.


Puesto que las palmeras son taladas por partes con motosierras y, al momento de subir los restos a los camiones, los vehículos tienen que ser tapados ya que los patógenos se propagan vía aérea y de esta forma se evitan nuevos contagios en el trayecto.


Una hoja atrás


No es la primera vez que la plaga provocada por la chicharra se presenta en palmeras dentro del país. Se tiene constancia de este padecimiento desde los años 70 en estados como Yucatán, San Luis Potosí y Michoacán, donde tuvieron miles de casos de infección por el amarillamiento.


Coahuila, la zona afectada más reciente (2016), presentó alrededor de 5 mil palmeras muertas de acuerdo con un estudio realizado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).


Se estima que la plaga llegó a la Ciudad de México entre 2011 y 2013, cuando comenzaron a reportarse palmeras amarillentas por parte de los vecinos de la colonia Lomas de Chapultepec. Fue hasta 2015 cuando la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) realizó un análisis fitosanitario para determinar la causa.


"Tengo certeza de que al menos desde 2015, la plaga se presentó en la ciudad; sin embargo, el diagnóstico no fue el correcto, por lo que no se controló a tiempo. En 2019 el problema era cuatro veces menor que ahora", expresó el doctor Víctor Cibrián, especialista en Manejo de Plagas y Enfermedades Forestales, encargado del estudio fitosanitario hecho por la alcaldía.


Las voces de las palmas

Foto: Adán Vieyra

Los avances comenzaron con la presión vecinal, que pedía una explicación del porqué el amarillamiento y decaimiento de las palmeras. "Se trabajó con la SEDEMA para realizar la investigación ya que entonces no sabían qué patógenos eran los que debilitaban a la palmera”, señaló la bióloga Janelle Sacnite Chávez, líder coordinadora de valoración de sujetos forestales de la alcaldía Miguel Hidalgo.


El arquitecto Francisco Javier Guerra y Rullán, representante vecinal de las Comisiones de Participación Comunitaria (COPACO) de Lomas de Chapultepec, fue clave para que la voz de la ciudadanía fuera escuchada, pues a partir de reuniones con biólogos, vecinos y representantes de instituciones como la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX (PAOT), se implementaron mesas de diálogo para aclarar qué era lo que tenían las palmeras y, posterior al estudio fitosanitario, establecer planes de acción para el control de la plaga.


“Lo último que los vecinos queremos es pelearnos con la autoridad, el punto es salvar las áreas verdes. Hemos logrado trabajar bien en conjunto con la alcaldía, pero no es suficientemente amplia la cobertura territorial que se estableció, y la interacción entre instituciones encargadas del tema debería ser mejor", comentó el representante vecinal.


Respecto a los estudios y estrategias llevadas a cabo, el doctor Cibrián mencionó que “La SEDEMA entró desde 2019, pero no fueron efectivos, no tenían el diagnóstico correcto. El problema, en un inicio, era controlable, pero no se atendió en el momento adecuado, creció demasiado y ahora existe una epifitia, es decir, epidemia para plantas, extendida en toda el área metropolitana, y entiendo que la única alcaldía que está trabajando es la Miguel Hidalgo”.


Sembradío de soluciones


La labor no sólo es de un par de instituciones, se debe tener en cuenta que se trata de un trabajo en conjunto entre SEDEMA, SENASICA, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (SOBSE) y la alcaldía.

Ante esta situación, la SEDEMA propuso el Programa de atención a las Palmeras donde se prioriza el retiro de las que están muertas, la rehabilitación y manejo del sitio, así como el repoblamiento de arbolado con su respectivo mantenimiento y monitoreo, de acuerdo con el representante vecinal Guerra y Rullán sobre un documento planteado por la secretaría.


“La verdad sí vinieron a intentar arreglar las palmeras, tiene como dos meses, y tendrá como 20 días que llegaron a cortarlas y a plantar una”, comentó un comerciante de tacos de canasta en Avenida de las Palmas.


Por otro lado, usuarios en Twitter manifiestan el problema y exigen una solución. Tal es el caso de Gustavo Díaz, ingeniero agrónomo interesado en el tema pero con quien la alcaldía no concluyó la atención. "Establecí comunicación con la alcaldía Miguel Hidalgo, que planteó la posibilidad de definir una fecha de una llamada telefónica, videollamada o sesión de Zoom, pero hasta ahora no se ha concretado".


Pese a que se establecieron algunas acciones para el tratamiento de las palmeras en conjunto con los residentes de Lomas de Chapultepec, estos argumentan que las acciones no son suficientes.


“Falta certeza en cuanto a los patógenos presentes, claridad en las prácticas de saneamiento en vialidades secundarias, predios privados y alcaldías aledañas. No ha sido posible determinar los recursos necesarios para enfrentar la infección y la alcaldía no parece tener el presupuesto suficiente”, escribió Guerra y Rullán en un comunicado dirigido a la dirección de la SEDEMA.


¿Adiós palmeras de la Ciudad de México?


Aunque no se tiene registro de la llegada de esta plaga, especialistas como el doctor Cibrián tiene la hipótesis de que tal vez llegó a través de plantas de ornato de otras regiones que ya venían infectadas, y de ahí se expandió a la ciudad. “Las palmeras resisten el manejo de ser desenterradas, las transportan por todo el país, puedes comprar una en Torreón y traerla a CDMX. No está regulado y ese es un problema”.


A pesar de que la atención de la plaga se concentra en la alcaldía Miguel Hidalgo, expertos aseguran que está extendida a otras demarcaciones de toda el área metropolitana. “Los vientos pueden esparcir a la chicharra a kilómetros de su origen, entonces no dudo que ese insecto pueda llegar a otras alcaldías”, consideró la bióloga Rojas.


“El problema de la enfermedad es que el insecto vuela. Son muy difíciles de manejar estos asuntos sanitarios, y la falta de un diagnóstico preciso agravó este. No sé si se hubiera podido controlar o no, pero sí hubo un atraso en la toma de soluciones”, afirmó el doctor Cibrián quien previamente advirtió que esta plaga puede estar expandida en toda la ciudad.


El agrónomo Díaz plantea que “el desconocimiento de otros métodos de prevención y control han impedido a las autoridades enfrentar mejor el reto de resolver el ataque de la plaga a las palmas que están desapareciéndolas del paisaje urbano sin probar soluciones alternativas”.


Desde su perspectiva, la bióloga Rojas considera que la plaga se puede manejar a través del control del insecto con pesticidas para disminuir sus poblaciones en las plantas. El doctor Cibrián difirió con esta idea, pues debido al gran costo que implica, no sería la opción óptima. No obstante, ambas posturas coinciden que la mejor alternativa es talar las palmeras y sustituirlas por otra clase de arbolado que no sea susceptible a este tipo de fitoplasma.


Si bien no se conoce con exactitud el impacto de la degeneración de palmeras, el doctor José Cibrián Tovar, especialista en Patología Forestal de la Universidad Nacional Autónoma de México expone que, aún cuando la plaga no vaya a extinguir a la phoenix canariensis ya que la planta no es endémica, se deberían hacer análisis de riesgo para averiguar si afectaría a especies nativas del país, puesto que éstas correrían riesgo de perderse.


"Es muy triste ver morir a las palmeras. Es como el covid, habrá algunas que sobrevivan, que por genética resistan. No sabemos cuántas, pero no serán todas”, comentó Cibrián Tovar.


Mientras los acuerdos se concretan y se toman nuevas acciones, las 11 mil 358 palmeras contabilizadas hasta junio de 2021 en la Ciudad de México, continúan en espera de una solución o, en todo caso, por un lugar donde terminarán taladas y bajo tierra en "el Panteón de las Palmas".


Foto: Adán Vieyra


2 Comments


Mario Becerril
Mario Becerril
Jul 16, 2021

Hola, chicas y chicos del reportaje de palmeras. ¿Qué les puedo decir? En realidad hicieron un gran trabajo de investigación pese a las limitantes que nos fueron contando con cada avance. En realidad creo que sólo veo algunos errores de redacción y en su título, que no me encanta y me parece genérico, un tanto desasociado del contenido de su trabajo. A continuación, les comparto los errores que identifiqué: 1. Por: Miriam Rodriguez, Adán Vieyra: Innecesarios los dos puntos después del por. 2. Puesto que las palmeras son taladas por partes con motosierras y, al momento de subir los restos a los camiones, los vehículos tienen que ser tapados ya que los patógenos se propagan vía aérea y de esta forma se evitan…

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bernardo uribe
bernardo uribe
Jul 16, 2021

Gran trabajo de investigación, su trabajo cuenta con las fuentes necesarias para explicar el fenómeno de forma concisa y bastante clara.

Las infografías fueron un gran acierto de su parte.

La redacción y desarrollo del trabajo es bastante buena, nada más encontré un pequeño error de redacción:


  1. Puesto que las palmeras son taladas por partes con motosierras y, al momento de subir los restos a los camiones, los vehículos tienen que ser tapados ya que los patógenos se propagan vía aérea y de esta forma se evitan nuevos contagios en el trayecto.

LA ORACIÓN ESTÁ MAL REDACTADA, YA QUE ESTAN DANDO A ENTENDER QUE HAY UNA CONTRAPARTE O UNA CAUSA, LA CUAL NUNCA EXPLICAN. SE SOLUCIONARIA EMPEZANDO LA ORACIÓN EN…


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