Entre la pandemia y el arte: Barreras físicas e idiomáticas
- gabypslx
- May 2, 2021
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Updated: May 4, 2021
El día comienza a las 9 de la mañana, el sol sale al oriente y a 10 pasos de distancia se encuentra la pantalla que será encendida y observada durante 12 horas seguidas de sesiones virtuales, que lejos de reconfortar, recuerdan lo lejanos que se está de la interacción cara a cara. En el cuarto contiguo se escuchan las risas pregrabadas de la misma serie de siempre; no muy lejos de esa habitación, un reclamo resuena.
“En serio, ¿no sabes quién es Luciano Pavarotti? Checa que ópera pasan hoy en el Met, donde veas a un señor gordito, pelón y con barba… es él”
Se continúa con la jornada escolar y a lo largo de la mañana la oración “¿no sabes quién es Luciano Pavarotti?” visita la mente cuando se pierde el interés en los textos que se escriben. La curiosidad por tan enigmático personaje prevalece durante las 8 horas restantes de la rutina diaria. Se terminan las actividades del día con abatimiento en un sillón; a cuatrocientos doce días del inicio del confinamiento, se mantiene una rutina de clases seguidas y pocos minutos para distracciones.
Al terminar la última reunión del día, resalta en el aire la oración que despertó la curiosidad esa mañana. La plataforma de streaming nacida en 2006, Met Opera on Demand, alberga la respuesta a la incógnita que protagoniza el día. Entre más de 600 presentaciones artísticas pregrabadas en la compañía de Ópera Metropolitana de Nueva York (Met), se encuentra la tragedia del poeta francés Andrea Chénier, interpretada por Luciano Pavarotti en una representación musicalizada del texto dramático en 1996.
Previo a esta duda, en esa persona se desconoce la existencia de la Ópera Metropolitana de Nueva York. La primavera de 2020, el teatro cancela sus presentaciones referentes a la temporada 2020-21 a consecuencia de la emergencia sanitaria causada por la COVID-19. El cierre del teatro responde a la necesidad de velar por la salud del personal y los artistas que dan vida a las obras teatrales dramáticas y musicales.
El inicio de la crisis del coronavirus impulsa a la cultura a sobrepasar las barreras físicas que impiden a miles de personas estar en contacto directo con la ópera. En un gesto de empatía, el gerente del Met, Peter Gelb, revela Nightly Met Opera Stream, programación gratuita que consiste en la retransmisión en HD de presentaciones operísticas por tiempo limitado.
"Nos gustaría proveer un gran consuelo a los amantes de la ópera en estos tiempos extremadamente difíciles" dijo el gerente en un comunicado de prensa.
Desde la cancelación de las presentaciones de 2020-21, el Met ha perdido 150 millones de dólares en ingresos que se han obtenido, pero que al final del periodo no se han cobrado, incluidas las pérdidas en la venta de entradas en el teatro y entradas de transmisiones en directo a otros teatros. Aunque, se continúa pagando los gastos médicos de su orquesta, coro y personal administrativo sin licencia.
Las dependencias culturales se han visto en la necesidad de replantear tanto su difusión como su estructura económica; reconociendo e impulsando la curiosidad de nuevas generaciones hacia el arte.
En un golpe de suerte, se sobrepasa la primera barrera: lograr ver la ópera en HD sin gastar 14.99 dólares por una suscripción mensual a la plataforma de streaming, pero surge un nuevo conflicto. Todas las retransmisiones comienzan a las 18:30, hora local y están disponibles únicamente por 20 horas.
Pasadas las 12 de la noche, solo quedan 14 horas para ver la Ópera de Luciano Pavarotti y Maria Guleghina, por lo que se renuncia al sueño de 8 horas para disfrutar por primera vez de la ópera.

El primer encuentro, marca la necesidad de interpretación con respecto a los cánticos originales, provenientes del idioma italiano; con esperanza se busca hallar subtítulos en un idioma que sea más familiar y permita comprender las figuras retóricas y flexibles que brotan velozmente de los y las artistas.
Para las 12:50, ocurre una pausa forzada debido a la conexión inestable de internet, este descanso sirve para reflexionar sobre el primer acto de la ópera. El curso de la obra se muestra confuso, los subtítulos en inglés que se ausentan por varios minutos, narran una historia vaga e imprecisa que se presta a la malinterpretación.
La historia parece estar llena de lagunas, pero el caprichoso deseo por expandir el espíritu hacia otros horizontes y sobrepasar la barrera idiomática se opone a desistir. El cerebro, ya inflamado por tanto intentar descifrar, comprende ligeramente este trágico universo. La intensidad de la conexión entre el alma de Maddalena (María Guleghina) y Andrea Chénier (Luciano Pavarotti) provoca un sentimiento tierno y temeroso, de esos que ponen chinita la piel.
01:30 de la madrugada, la fatalidad de no comprender de manera instantánea el idioma se disipa tras leer la descripción de los 4 actos que conforman esta ópera.
02:30 de la mañana, el frenesí al término de la obra no se ha disipado. Sin haber entendido todas las palabras de manera exacta, se reflexiona sobre el trágico desenlace, sobre la muerte y el amor que retratan los actores, actrices en compañía de músicos y compositores.
En tan solo 2 horas, se fija la admiración y se separan las sensaciones de la lógica, sin siquiera poder entender. ¿Quién puede, en un principio, comprender de primera mano semejante idioma en la actuación de Luciano Pavarotti?

Excelente idea de usar como recurso la comparativa de realidades entre la transmisión y la monotonía de las clases en línea, pero el haber omitido a los personajes no ayudo al ritmo narrativo ni a que la historia fuera más relevante.
Cuida mucho el desarrollo de las ideas porque tiendes a ser un poco repetitiva.
CALIFICACIÓN: 9