Un dividido Estados Unidos elige a su nuevo presidente
- May 7, 2021
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9 de noviembre de 2016, la espera en los Estados Unidos llegó a su fin. El país más poderoso del mundo ha terminado el conteo de votos para la contienda presidencial. Un jovial Donald Trump sube al escenario colocado afuera del Midtown Hilton Hotel en Nueva York, listo para aceptar la decisión de la gente, que lo eligió como el próximo presidente.
Miles de personas en la audiencia gritan jubilosamente y esperan el momento de escuchar el discurso de su candidato, quien fuera presentado por Mike Pence, su compañero de campaña y futuro vicepresidente.
“El pueblo estadounidense ha elegido a su nuevo campeón”, dice Pence, mientras el público recibe a Trump con cánticos de “U.S.A” y música de orquesta en el fondo.
El republicano comienza su discurso con gracia, felicita y agradece a Hillary Clinton por su esfuerzo en campaña y compromiso con el país antes de hacer un llamado de unión ante los ciudadanos de los Estados Unidos.
“Trabajando juntos comenzaremos la urgente labor de reconstruir nuestra nación y renovar el sueño estadounidense”, dice el empresario, en un intento por reconciliar su relación con los casi 63 millones de personas que votaron por su rival.
A lo largo de aproximadamente 15 minutos, el presidente electo hace notar su cambio de tono. No menciona a México ni a China, tampoco habla de los musulmanes. Deja atrás su retórica de campaña y se limita a disfrutar el sabor de la victoria.
Mientras tanto, el otro lado de la moneda lo presenta Hillary Clinton, quien se ve obligada a aceptar derrota mientras ve su sueño de marcar la historia como la primera mujer en ocupar la presidencia de los Estados Unidos escaparse.
En la misma ciudad de Nueva York, tan solo unas horas después del triunfante discurso de Donald Trump, la candidata demócrata se dirige al desconsolado público que esperaba verla victoriosa.
“Sé lo decepcionados que están porque también lo estoy yo, así como decenas de millones de americanos que colocaron sus sueños y esperanzas en este esfuerzo”, dice, con un tono sombrío que se ve contrastado por el triunfal tono de Trump.
En una noche histórica, Hillary Clinton y Donald Trump simbolizan la polaridad y división presente en los Estados Unidos de América. Dos tonos, dos candidatos, dos sentires, dos bandos. Así el presente del país más poderoso del mundo.
Hola, anónimo o anónima, aunque en realidad sé que se trata de un texto tuyo Andrea Bonilla. Desafortunadamente, no tenemos manera de rastrear tus trabajos si ni siquiera los firmas. En primera instancia quiero comentarte que tu texto fue entregado de forma extemporánea, por lo cual tiene ya un punto menos. Por otro lado, creo que a tu crónica le falta un poco más de descripción del color en cuanto a la ciudadanía, siento que te centraste mucho en los discursos y en las figuras presidenciales y dejaste de lado lo demás. Te felicito por tu redacción, sólo encontré esta falta: 1. "tan solo unas horas después": falta tilde en la primera o de "solo". Calificación: 8.