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Papelerías en decadencia

  • marifermontano3
  • May 7, 2021
  • 2 min read

María Fernanda Montaño Hernández

Cada año, el domingo previo a volver a clases la calle de Mesones se llenaba de tianguistas que ofrecían productos escolares por mayoreo. La frase “vámonos temprano para no agarrar gente” no aplicaba en este día ya que desde temprano la gente llegaba a escoger cuadernos, plumas y gomas. En los pequeños pasillos del mercado de Mesones no cabía ni un alfiler, meter la panza y encogerte no era suficiente para ceder el pasó a los diableros que corrían con mercancía para su local.


Con la llegada de las clases en línea y el cierre de las escuelas, este es un escenario que se visualizó por última vez en agosto de 2019. Ya no es necesaria una mochila, una libreta y una pluma y con ello las ventas del grupo papelero cayeron un 48% haciendo que muchos negocios cerraran sus puertas.


Ahora el mercado de Mesones no es ni la sombra de lo que solía ser, ya no se abre los días domingo por las bajas ventas y quienes acuden a este lugar son las personas que surten su papelería y uno que otro oficinista despistado. Van con sus carritos y mochilas repletas para no ir con frecuencia ya que, con el espacio tan reducido que hay en los pasillos, temen que este sea un punto de contagio de COVID-19.


“Trae dos bolsas y el carrito, vamos a traer todo lo que hace falta para que tardemos en ir. Ya ves que los pasillos están bien angostitos y no se puede tomar sana distancia. No nos vayamos a contagiar” dijo Sandra Hernández, quien se preparaba para ir al mercado a surtir lo que hacía falta en su papelería. Dos años antes de la pandemia Sandra había invertido sus ahorros en una papelería, sin saber que la crisis llegaría al sector papelero.


“Cuando las clases eran presenciales, no me daba abasto, dos manos no eran suficientes. La gente se juntaba afuera de mi papelería esperando para comprar cartulinas, monografías y material para maquetas. Ahora sólo vienen dos o tres personas a hacer impresiones”. Los artículos de papelería han quedado en el olvido y ahora lo que mantienen las ventas son las impresiones y las copias.


“Hay días en los que vendo dos o tres pesos y a pesar de que ya no se vende mucho, la competencia sigue aumentando”. En el último año, al menos tres papelerías se han posicionado alrededor del negocio de la señora Sandra haciendo que las ventas todavía sean menores. Con una tasa estimada del 11.7% del desempleo las familias buscan su sustento y un pequeño negocio puede ser la solución al problema.


No solo los estudiantes y profesores son quienes anhelan volver a la escuela, las personas que venden artículos de papelería esperan que el regreso presencial a clases sea lo antes posible y así sus ventas vuelvan a lo que era antes de la pandemia o al menos que puedan vender en un día lo suficiente para comer.


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1 Comment


bernardo uribe
bernardo uribe
May 14, 2021

Cuidado con el uso de las comas (,) por ejemplo en tu primera oración: "Cada año, el domingo previo a volver a clases la calle de Mesones se llenaba de tianguistas que ofrecían productos escolares por mayoreo", la coma se abre después de AÑO y se cierra después de CLASES, para que se entienda que es una oración subordinada.


las ventas del grupo papelero cayeron un 48%

Con una tasa estimada del 11.7% del desempleo

¿De dónde sacaste esas cifras?


El texto es demasiado general, no queda clara la problemática, y aunque tenías buenas declaraciones no supiste darles la fuerza necesaria como para sustentar el argumento de la crónica.


CALIFICACIÓN: 8

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