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Bala en CCH Oriente.

  • Writer: Brenda Valeria Vargas Lecona
    Brenda Valeria Vargas Lecona
  • Apr 20, 2021
  • 3 min read

Updated: Apr 29, 2021

Una camioneta blanca con la leyenda de “Servicios periciales” y una patrulla era lo primero que se percibía mientras más de 200 personas entre alumnos, trabajadores y maestros eran desalojadas del CCH Oriente. Al tiempo que todos se retiraban desconcertados, por la parte trasera del plantel entraba una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). Entre los alumnos comenzaba a circular una imagen “29/04/19 EL DÍA SE ACERCA NO PODRÁN OCULTAR LA VERDAD”.


Camioneta de servicios periciales en la entrada del CCH Oriente

Al caminar por la explanada alumnos aseguran haber visto pasar una camilla hacia servicios médicos, no percibieron una situación alarmante por lo que la imagen se interpretó como un desmayo. En la camilla iba Aideé Mendoza, con una bala incrustada en el abdomen, misma que la perforó mientras tomaba clase en el edificio P del plantel.


Sólo diez personas estuvieron con ella, la vieron desvanecerse en el suelo y derramar gotas de sangre apenas perceptibles, no recuerdan más que un sonido tenue. “Como si se destapara un refresco”, atestiguaron sus compañeros.


Ubicación del edificio P, salón del incidente.



El turno vespertino comenzó sus clases con normalidad a las 15 horas, sin saber que en ese momento su compañera se encontraba entre la vida y la muerte, los paramédicos discutían con las autoridades para que la alumna de sexto semestre fuera trasladada al Hospital ISSSTE de Zaragoza y después de una hora la decisión fue tomada.

La ambulancia del ERUM con Aideé Mendoza en ella, dejó el CCH Oriente para no volver nunca. El personal de seguridad se acercó a salones, canchas y bancas para pedir a la comunidad que desalojara el plantel. Las razones fueron diversas, entre las que aseguraban que había un problema con la electricidad, mientras ellos mismos apagaban la luz y apresuraban a los alumnos para poder cerrar las puertas.


"Su cara era preocupante, nos llenaban de incertidumbre porque nadie sabía el motivo real de que nos sacaran de clases con tanta prisa", recuerdan alumnos. No sabían que Aideé con 18 años, había muerto camino al hospital justo antes de llegar, que la razón por la que querían a todos fuera era para facilitar el trabajo a servicios periciales, nadie se imaginó que le habían quitado la vida a una alumna.


Cartel colocado en los pasillos del CCH Oriente

Comenzaron a circular fotografías en redes sociales; una chica inconsciente en el piso, una camilla atravesando la explanada, un cartel amenazante que coincidía con la fecha del incidente. Tras los rumores del asesinato pudo sentirse la tensión en la comunidad al verse entre policías, personal de seguridad y servicios periciales. El desalojo comenzaba a tener sentido.

Mientras tomaban su camino a casa, los alumnos no dejaban de recibir llamadas de sus padres, en el transporte público no se escuchaba nada más que jóvenes tratando de explicar lo que ni ellos conocían, con la intención de tranquilizar a su familia. “Sí, estoy bien”, contestaban.

Alumnos desalojados del plantel

Fue a las 20hrs que la UNAM emitió un comunicado oficial para anunciar el fallecimiento de Aideé, quien dejó un vacío en su familia, sus compañeros y la comunidad estudiantil. “Justicia, no es gran cosa lo que estamos pidiendo”, repetía Lourdes, tía de la joven. Fue así como iniciaron las investigaciones que no terminarían sino hasta siete meses después de la tragedia.


Altar para Aideé en la entrada del CCH Oriente

Entre asambleas y manifestaciones, los alumnos volvieron a las aulas tres días después, tratando de asimilar el tercer homicidio en un ciclo. Nostálgicos por tomar clase en el mismo salón en el que le dispararon a su compañera, enojados y con temor de que no pudieran estar seguros dentro de su propia escuela. "Escuela de delincuentes", circulaba en las redes.


Un arma tipo “pluma” entre los estudiantes, una bala perdida de la Secretaría de Marina ubicada junto al plantel, un arma robada a un policía preventivo, fueron las hipótesis que presentó la Procuraduría General de Justicia con respecto a los 9 milímetros que asesinaron a Aideé, pero nunca se encontró la mano que disparó.

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