40 años y 22 días después

---

Yair Cardiel

LeBron James falla el triple que pudo colocar a los Cavs a cuatro puntos de empatar el partido. Durante el rebote se marca una falta y el reloj se detiene con 10.6 segundos por jugar. El marcador es de 104-97 a favor de los Warriors. Stephen Curry comienza a celebrar con Draymond Green y con la banca de Golden State, al mismo tiempo LeBron felicita a los que ganaran el partido y sale de la cancha mientras el Quicken Loans Arena lo despide con una ovación, algunos lloran al mismo tiempo. La serie esta 3-2 a favor de Golden State.

Es el 4 de junio del año 2015, la esperanza vuelve a la zona de La Bahía luego de que una generación entera viviera con actuaciones mediocres de un equipo con mucha historia, pero la gloria aún está a cuatro victorias de distancia. Sin embargo, la afición de Oakland, una de las más fieles en la liga, no puede evitar mostrar su entusiasmo luego de los Golden State Warriors no solo tuvieron el mejor récord de la conferencia Oeste, sino de toda la liga con un balance de 67 victorias y 15 derrotas. Aunado a esto, Stephen Curry, el jugador franquicia, rompe su propio récord de más triples en una temporada con 276 y gana el premio al Jugador Más Valioso.

Pero en realidad saben que no pueden confiarse y dar por sentado que barrerán la serie, debido a que los Cleveland Cavaliers, un equipo que podría considerarse con la misma inexperiencia en finales que los Warriors, tiene una gran ventaja: El hijo prodigo de Ohio. LeBron regreso a Cleveland al inicio de la temporada y logro llevar al equipo a las finales (sus sextas finales en lo individual) junto con Kyrie Irving y Kevin Love, aunque este ultimo se lesiona en las Finales de Conferencia del Este y se pierde la justa por el campeonato.

Sin embargo, la inexperiencia de los Warriors parece casi nula debido a que en el banquillo cuentan con el cinco veces campeón y excompañero de Michael Jordan, Steve Kerr.

¿Qué motivación puede ser mayor? ¿El ansia de ganar un título después de 40 años y cerrar con broche de oro una temporada de ensueño o, el hambre de darle a tu ciudad un campeonato por primera vez en la historia? Tal parece que la misma, ya que lo que muchos pensaban iban a ser unas finales aburridas que no generarían el mínimo interés, desde el primer partido dejaron notar la intensidad con la que se lucharía por ese anillo.

Los primeros dos partidos se van a la prórroga, la primera vez en la historia de la liga que pasa esto. La diferencia no es mucha, ocho puntos el primer partido, solamente dos puntos en el segundo. En el ultimo cuarto del primer partido, Kyrie Irving, el rookie del año 2012, se lesiona la rodilla y se pierde el resto de las finales. “Algo menos de que preocuparse” pensó la Dub Nation, y es que cuando Irving esta en la cancha, su manejo de balón, su tiro exterior y su facilidad de entrar a tierra de gigantes para llegar hasta el aro y convertir los dos puntos ponen a temblar al Oracle Arena entero. Con esta ausencia parecía que el segundo partido iba a ser pan comido. Nada más alejado de la realidad.

Matthew Dellavedova, un jugador que no fue elegido en el Draft de 2013 y que tuvo que demostrar su valía en la Summer League, nuevamente saca la casta y logra cubrir la ausencia de Irving. Aunque no logra anotar la misma cantidad de puntos, si evita que Stephen Curry lo haga, gracias a su asfixiante defensa al MVP quien solo consiguió 5 conversiones de 23 intentos, lo cual le costaría el MVP de las Finales, algo que podría considerarse una victoria personal de Dellavedova. El 23 de los Cavs esta consiente de el gran trabajo de Matthew, por lo cual lo felicita y abraza en el vestuario al término del tercer partido.

A pesar de todo esto, pareciera que a los Cavs se les acabo la fuerza, debido a que después de estar con una victoria parcial de 2-1 en la serie, para el cuarto partido los de la Bahía despuntaron en actuación y se vio reflejado en los marcadores, la diferencia se hizo mayor y el partido terminó con 21 puntos de diferencia. Curry también sacó la casta e hizo valer el título de MVP con 37 puntos en el quinto partido y tener la serie 3-2 a su favor, con el suficiente animo para viajar a Ohio y llevar el trofeo Larry O´Brien a casa.

Los Cavs no iban a dejar las cosas fáciles, aun podían remontar de nuevo, para el descanso del sexto partido estaban a dos puntos de los Warriors, aun eso fue solo un espejismo. La realidad es que LeBron a pesar de sus estadísticas legendarias con dos triples dobles en esta serie final y un promedio de 35.8 puntos por partido no le alcanzaron para darle el anillo a su equipo, y gracias a una regla no escrita de darle el MVP de las finales a un jugador del equipo ganador, tampoco pudo acceder a este premio.

Iguodala, quien si se llevaría el premio al jugador más valioso de la serie, gracias al compañerismo mostrado durante esta, falla el primer tiro libre, acierta el segundo y sentencia el partido y la serie: 105-97. Jr Smith corre hasta el perímetro contrario, lanza un triple, falla, Curry se queda con el rebote y con el anillo. Así termina la sequía de títulos de 40 años y 22 días.